Tras un maratoniano viaje de 14 horas durmiendo poco y mal, nos plantamos en Piedrafita do Cebreiro pueblo gallego limítrofe con León. Teniamos que dirigirnos a la aldea de O Cebreiro para iniciar nuestro particular Camino de Santiago (ruta francesa). Así que justo bajarnos del autobús con las piernas adormecidas, dos chicas extremeñas nos propusieron compartir un taxi para llegar al inicio de O Cebreiro.
Etapa 1: O Cebreiro – Triacastela (22 km.)
A partir de las 9:30h llegamos a O Cebreiro, sellamos en la parroquia, nos hacemos nuestras fotos de cortesía y comenzamos a hacer camino. Los primeros kilómetros transcurren con emoción y sin notar prácticamente el peso de la mochila. Las vistas son impresionantes, hasta llegar al alto del Poio (1332 m. altitud). Tras este alto, el camino discurre en buena parte paralelo a una larga y recta carretera y atravesando pequeñas aldeas. El tramo final es de bajada hasta Triacastela. Al llegar al pueblo nos alojamos en el albergue Xacobeo donde también comimos, nos duchamos, cenamos a la hora de merendar y nos dormimos prácticamente sin darnos cuenta de lo cansados que estábamos.
Por la mañana a oscuras en la habitación me comencé a despertar por los últimos compañeros de habitación que iban saliendo, aunque todavía no había sonado nuestro despertador!
Fuimos los primeros en ir a dormir y prácticamente los últimos en despertarse…
Etapa 2: Triacastela – Sarria (24,5 km.)
A eso de las 7 y poco comenzamos nuestra 2ª etapa. Tiramos por el arcén de una carretera dirección Samos, donde paramos para reponer fuerzas y visitar el Monasterio. El sol hace acto de presencia y el paisaje como la primera parte del día anterior resulta especialmente bonito, pese a hacer parte de recorrido en bajada. Continuamente se ven riachuelos y pueblecitos de 4 casas al igual que en el resto de etapas que haremos.
Nuestra previsión era alojarnos en el albergue público de Sarria, pero al llegar estaba completo! Como podía ser? habíamos ido a buen ritmo y nos habíamos levantado pronto!! Tuvimos que alojamos en una casa reconvertida en un albergue privado. Aquí conocimos a los más fiesteros del camino (los hermanos de Orense y el grupo de los Sevillanoscordobeses) que nos invitaron a Rebujito. También estaba la mujer alemana y algún otro más…La que se puede liar con unos cordobeses hablándole a una alemana con alcohol de por medio…Nosotros nos fuimos a dormir y todavía seguían la fiesta. Yo no me podía dormir porque uno o varios mosquitos me estaban acribillando picándome en las piernas y los que iban llegando a la habitación entre risas para dormir al momento se ponían a roncar.
Etapa 3: Sarria – Portomarín (23 km.)
Al día siguiente, también teníamos previsto llegar al albergue público de Portomarín, así que salimos muy temprano, todavía de noche (pasadas las 6) comenzamos a tirar entre medio del bosque detrás del grupo de los murcianos que llevaban linterna. Resulta curioso ir por un bosque todo a oscuras y ver luces a lo lejos, por delante y por detrás! El transcurso de la etapa era con pendiente positiva y el frio estaba presente. En esta etapa pasamos por el km.100 hasta Santiago. A partir de este momento automáticamente ya nos convertimos en unos veteranos del Camino y todo se veía más fácil. A la entrada a Portomarín (el pueblo más bonito de todos para mí) sobre las 11:30 tras pasar el puente vertiginoso sobre el río Miño, pudimos disfrutar por primera vez de dejar la mochila haciendo cola, habíamos llegado de los primeros!!
Poco antes de dormir, la familia valenciana de los Martinez que dormían al lado nuestro, anunciaban que ponían el despertador a las 5! pues nosotros a las 5:30 ya teníamos que estar en pie. Es un poco friki, lo sé, pero cuando estas dentro del camino te vuelves un poco y sino que se lo digan al “coletas”.
Etapa 4: Portomarín - Palas de Rei (24 km.)
Así que salimos del albergue con la pareja de Fuengirola y el mejicano (que tuvo que aflojar el ritmo por problemas en la rodilla, sufrí por él porque lo dejamos en plena subida de montaña, donde no se veía nada, pero en Santiago lo volvimos a ver, así que no le pasó nada :)) Más riachuelos, mas pueblecitos, más buenas vistas y llegamos a Palas de Rei los primeros!
Optamos por quedarnos en el albergue que estaba dentro del pueblo para tener todo a mano, aunque luego no pudimos hacer mucho turismo por el pueblo porque todo el rato llovía, no mucho, pero llovía constantemente sin parar, eso sí, comimos un buen pulpo a la feira!
Etapa 5: Palas de Rei – Arzúa (28 km.)
Al salir por la mañana todavía seguía la lluvia y tuvimos que sacar los ponchos.
Mucha gente que conocíamos se quedaba en Mellide, así que a partir de este momento, veríamos a otra gente. A parte, por los caminos encontrábamos mucha más gente que en las primeras etapas que habían comenzado más cerca de Santiago. Hicimos varias paradas en el camino, fotos, almuerzo, etc.
Sabiendo que podríamos quedarnos fuera los últimos metros apretamos un poco más.
Una vez instalados, que difícil era encontrar un lugar para comer! encontramos uno y estaba al 100% (sospechoso porque yo vi mesas libres), total que si queríamos comer la única opción era entrar en un portal que era un bar minúsculo con 3 viejos. Al entrar resignados, nos abren una puerta como si fuera el comedor de una casa con su cocina a lo lejos. Auténtica comida casera, que buena! La cocinera preguntándonos si queríamos un poco más, si te dejabas un poco en la bandeja te lo apuraba y te lo ponía en el plato, si veía a alguien que no podía más te decía de ponértelo para llevar, y al final en el comedor y a viva voz preguntando a todos los comensales que opinábamos de la comida, la típica abuela. Curioso el sitio, voy a hacerle publicidad tal como dijo la mujer que lo regentaba por si alguno tiene oportunidad de ir: Restaurante Caballeira
Etapa 6: Arzúa - Monte Gozo (34 km.)
De Arzúa salimos con tranquilidad y con niebla. Sabíamos que al monte de Gozo, llegásemos a la hora que fuera íbamos a tener plaza. Así que madrugamos mucho menos, aunque al salir era de noche, la costumbre…
La idea era tomárselo con mucha calma, era la tirada larga de 34 km, deberíamos comer por el camino y llegar a Monte do Gozo sobre las 16:00h. Y así lo hicimos.
En esta etapa mucha gente lo que solía hacer era parar en el albergue de O Pedrouzo (a 20 km de Santiago), pero nosotros decidimos tirar 15 km más hasta Monte do Gozo (a escasos 4 km. de Santiago) y la verdad que mereció la pena visitar este albergue faraónico.
Durante la etapa nos encontramos zonas realmente impresionantes, como una subida por rocas entre árboles inmensos o el tramo final de la subida al Aeropuerto y ver todo el cercado lleno de palos de madera simbolizando crucecitas.
La llegada a Monte de Gozo me pareció la meta del camino, solo quedaban los últimos 4,5 km que era la recompensa de ver la ciudad de Santiago y asistir a la catedral.
Dormimos con mucho espacio (en una habitación para 10 dormimos 5! todo un lujo) en unas instalaciones excelentes!
Etapa 7: Monte Gozo - Santiago de Compostela (4,5 km.)
Así pues, los anecdóticos últimos metros de bajada por los accesos de entrada a la ciudad nos supieron a poco. Nos levantamos mucho más tarde de lo que estábamos acostumbrados y aún así, llegamos a la plaza del Obradoiro cuando apenas había nadie.
Fuimos a recoger nuestra merecida compostelana (la mía es más guapa y no se porqué) mientras a lo largo del día y del siguiente íbamos viendo como llegaban los conocidos que habíamos hecho.
Ha sido una experiencia muy recomendable que te desconecta de la rutina diaria, te hace disfrutar de tu esfuerzo, de los paisajes naturales y donde conoces mucha gente y lugares.
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